La lactancia materna es importantísima para ti y para tu bebé, muy aparte de lo necesario y vital por alimentación, lo es también por el contacto físico y emocional hacia tu hijo o hija. El bebé al sentir los latidos de tu corazón adquiere la seguridad y confianza que encontraba cuando estaba dentro de su vientre.
Disfruta pues este momento que lo unirá más aún porque se sentirá protegido y amado según sea tu comportamiento al amamantarlo.
No te preocupes mamá, la lactancia no deforma los senos, y aún así fuese ver la satisfacción después de haber lactado de tus pecho te hará olvidar ese detalle.
Disfruta de la bendición que tienes en tus manos... y da de lactar a tu niño o niña.
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